viernes, 12 de octubre de 2012

Amanecer como un escarabajo gigante




La metamorfosis, escrita por Franz Kafka en 1912 y publicada hasta 1915, narra la historia de Gregorio Samsa, un joven comerciante, quien una mañana despierta convertido en un insecto gigante.
La primer frase de esta historia es famosa por su objetividad y su frialdad; plantea de una forma directa  la gran alegoría que articula toda la historia. Esta misma se ve poco a poco desentrañada gracias a la  interacción (y la reacción) del resto de los personajes para con Gregorio.
A través de la narración se observan diversas formas de autoridad por parte de los personajes que coadyuvan a la sensación de inferioridad que vive Gregorio. Esto se refleja en la imagen de insecto gigante.
En un primer momento se observa la presión laboral, cuando el personaje principal se enfrenta a su jefe, quien después  de observarlo impresionado, lo mira  por encima del hombro con repugnancia. Este asco del jefe va más allá de  la imagen desfigurada y surrealista que presenta Gregorio. En un contexto  crítico y social, este rechazo, se entiende como una aversión  al “repugnante” ser que es ahora, ya que debido a su nueva y limitante condición, dependerá completamente de quien lo rodea. Es decir, los papeles en la familia Samsa se invierten, de ser Gregorio el sustento del hogar, ahora es el insecto rastrero que vive para depender del resto de la familia
La segunda forma de autoridad  es la familiar. Aquí interviene los personajes de la madre, el padre y muy particularmente, la hermana. La madre de Gregorio sencillamente no soporta la impresión de ver s u hijo convertido en insecto y se desmaya en el acto, situación que la excluye de cierta manera de la dinámica familiar desde un principio.
Grete,  la hermana de Gregorio, es el personaje que toma con mayor responsabilidad la condición de su hermano, y hasta cierto punto parece ser quien  posee el mando,  ya que ella se encarga de la supervivencia de Gregorio al encomendarse a darle de comer y a limpiar su habitación.  La reacción del padre al verlo es distinta: este se asombra y se encoleriza al mismo tiempo, para después, externar su desasosiego y confusión con llanto.
El sentimiento de confusión evoluciona a una especie de odio hacia Gregorio que ocasiona la agresión de este para con el bicho. Aquí se marca la decadencia y caída del personaje de Gregorio Samsa a la catástrofe.
La última forma de presión es la social, donde los personajes que intervienen son los tres huéspedes que conviven en la familia y que agudizan los conflictos que existen a causa de la condición de Gregorio.
Estas diversas formas de presión o autoritarismo plantean el sometimiento del protagonista hacia todo su entorno, puesto que él ya no es ideológica y físicamente lo que todos esperan. De esta manera se hace una crítica a la sociedad de la época donde se presentan las consecuencias y sentimientos del régimen autoritario,  presionado ante la inminente guerra, confusión y desolación que se vivía; donde el único y gran error de Gregorio Samsa, fue nacer dentro de ese sistema.
Es interesante también puntualizar sobre la interacción de la familia con Greogorio, ya que ésta tiene que modificar su forma de vida y su estructura interna ahora que el sustento de la casa está incapacitado para mantenerlos.  Esta necesidad de que todos busquen empleo y hasta se tenga que rentar un cuarto de la casa, cambia por completo su dinámica cotidiana, sacándolos de su zona de confort para que se enfrenten al mundo real y cruento que, en cierta parte, ocasionó que Gregorio sufriera su metamorfosis.
De esta manera, lo que comenzó como negación, confusión, y lástima hacia el insecto, sufre también una metamorfosis  y se vuelve un sentimiento de total rechazo, desinterés y desatención que orillan a Gregorio a la muerte.
Después del degradante desenlace del personaje principal, la familia Samsa toma una renovada actitud hacia la vida misma (una especie de negación, quizá) donde se excluyen los malos momentos pasados y fijan su mirada en el prodigioso por venir que observan con su otra hija, a quien descuidaron estos meses y ahora observan diferente (ella también sufrió una metamorfosis en esta historia).
Así, la feliz familia Samsa decide dar un paseo y olvidar el cadáver del insecto que los accionó a sufrir una metamorfosis a ellos también.

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