viernes, 12 de octubre de 2012

El recorrido del hombre por "El Baldío"


El recorrido del hombre por “El Baldío”
de Augusto Roa Bastos


Imagen tomada del sitio
Narrador y poeta, Augusto Roa Bastos nace en Asunción Paraguay en el año de 1917; y al igual que sus personajes de “El Baldío”, no tenía cara.

Roa Bastos crece en el pueblo de Iturbe y en 1932 escapa para enlistarse en el ejército durante la guerra del Chaco, donde vivió en carne propia la violencia de la época desde la retaguardia; experiencia que le proporcionó anécdotas para sus literatura.

Comido por la oscuridad del exilio, la silueta vagamente humana del escritor vivó en Buenos Aires donde trabajó como guionista cinematográfico, tras varias obras publicadas nacen al mundo dos de sus novelas más importantes: Hijo de hombre (1960) y Yo el supremo (1974), novela histórica que lo catapultó al Boom literario latinoamericano. Entre estos años se publica “El Baldío” (1966) cuento que titula la propia antología donde aparece.

“El Baldío”, narración breve, directa y cruda, donde Roa Bastos presenta a dos seres anónimos, arquetipizados, cuyas situaciones son totalmente diferentes, pero dependientes el uno del otro. El primer hombre arrastra con dificultad al que se describe como muerto a través de un terreno sucio y con desechos.

Bajo un paraje desolado pero cercano a la ciudad, el hombre trata de transportar al otro mientras su carga se vuelve cada vez más pesada, éste se da respiros para limpiarse del rostro la suciedad del lugar, hasta que llega el punto en que se tiende junto al muerto. Después de un destello de luz proporcionado por un automóvil, las siluetas continúan su camino hasta llegar una maleza alta donde el hombre abandona al pesado pasajero. Es entonces cuando el llorido de un bebé saca al personaje de su ensimismo, y cambia el rumbo de esta historia.

El Baldío es aparentemente un cuento directo y quizá hasta sencillo, por la forma tan secuencial del relato, pero ¿Qué hay detrás de las palabras de Roa Bastos? es decir, ¿no somos todos siluetas sin rostro en este inmenso mundo? A partir de esta arquetipizacion de los personajes podemos interpretar el resto de los símbolos que el autor nos presenta: un personaje principal que arrastra a alguien en un recorrido, algo inerte y pesado, tal como los problemas que todos cargamos a espaldas en la vida.

A través de todo el camino, el hombre arrastra de diferentes formas al cuerpo sin vida mientras su carga se vuelve cada vez más molesta; y así es el humano: entre más carga sus problemas, más difíciles se tornan. Dicha situación genera un malestar general en la vida, al punto en que podemos ver nuestras condiciones como  el escenario que presenta el cuento: sucio, pestilente y peligroso.

Todos tratamos de darnos respiros en nuestro cansado viaje, todos nos vemos en la necesidad de limpiarnos del rostro aquello que nos impide ver bien y avanzar. El camino es duro, exhaustivo, tan cansado que podemos hasta tendernos junto a nuestros problemas  por la sensación de pesadumbre y abatimiento… entonces observamos esa claridad amarilla, que al cubrirnos de una pincelada, nos devuelve algo de cara.

Pero al igual que el personaje de “El Baldío”, es momento de levantarse y por fin dejar al paciente pasajero entre la maleza, ocultándolo o abandonándolo. Dicha acción de abandono, es la perfecta representación de la superación de los problemas y el hecho de escupir con rabia al cadáver (tal como lo hizo el personaje del cuento) es el coraje y orgullo con el que nos levantamos altivos después de una situación difícil. ¿Y si en ese momento de ceguera y rabia, nos topáramos con algo inocente que nos hiciera recobrar la cordura?

El llanto de un bebé fue lo que regresó a la realidad al hombre del gran problema, quien tras dos intentos de marcharse, conmovido por la inocencia del llanto,  se arrodilló, tomó a la criatura, la cubrió con su saco y huyó lejos para perderse en la oscuridad otra vez.

Regresó a la nada, justo de donde provenía pero esta vez con una nueva esperanza entre brazos, desechó un problema y se topó con una nueva oportunidad, con la inocencia propia. ¿Por qué no somos capaces de dejar los problemas atrás y abrir los ojos y los brazos a esa nueva oportunidad que nos presenta la vida? ¿Por qué aferrarse al muerto y tratar de huir del vivo?... Si, a veces así de difícil se torna el recorrido del hombre, a través de este baldío.Cuento de "El Baldío"

14 comentarios:

  1. que otro titulo le pondrían a este cuento ?

    ResponderEliminar
  2. Quiero saber (valores y antivalores) del cuento porfa

    ResponderEliminar
  3. muy buena la descripción me ayudó a desmenuzarlo mejor, en Teatro análisis de textos. gracias.

    ResponderEliminar
  4. Quiero saber los valores y antivalores del cuento

    ResponderEliminar
  5. Astrid, muy buena reflexión. Por favor podrías enviarme el cuento? no puedo encontrarlo. Desde ya, gracias

    ResponderEliminar
  6. Cuáles son los recursos literarios? Comparación yyy hecho, opinión y realidad?

    ResponderEliminar
  7. Xq son iguales pero a la vez distintos?

    ResponderEliminar
  8. Me pueden ayudar con esta pregunta. imagina elorigen de los personajes,como llegaron a esta situacion? (El muerto,el vivo,y el niñito

    ResponderEliminar
  9. porque en cuento se llama en baldio

    ResponderEliminar
  10. ¿Qué o quién es el antagonista?

    ResponderEliminar