El recorrido del hombre por “El Baldío”
de Augusto Roa Bastos
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Imagen tomada del sitio |
Roa Bastos crece en el pueblo de Iturbe y en 1932 escapa para enlistarse en
el ejército durante la guerra del Chaco, donde vivió en carne propia la
violencia de la época desde la retaguardia; experiencia que le proporcionó anécdotas
para sus literatura.
Comido por la oscuridad del exilio, la silueta vagamente humana del escritor
vivó en Buenos Aires donde trabajó como guionista cinematográfico, tras varias
obras publicadas nacen al mundo dos de sus novelas más importantes: Hijo
de hombre (1960) y Yo el supremo (1974), novela
histórica que lo catapultó al Boom literario latinoamericano. Entre estos años
se publica “El Baldío” (1966) cuento que titula la propia antología donde
aparece.
“El Baldío”, narración breve, directa y cruda, donde Roa Bastos presenta a
dos seres anónimos, arquetipizados, cuyas situaciones son totalmente diferentes,
pero dependientes el uno del otro. El primer hombre arrastra con dificultad al
que se describe como muerto a través de un terreno sucio y con desechos.
Bajo un paraje desolado pero cercano a la ciudad, el hombre trata de
transportar al otro mientras su carga se vuelve cada vez más pesada, éste se da
respiros para limpiarse del rostro la suciedad del lugar, hasta que llega el
punto en que se tiende junto al muerto. Después de un destello de luz
proporcionado por un automóvil, las siluetas continúan su camino hasta llegar
una maleza alta donde el hombre abandona al pesado pasajero. Es entonces cuando
el llorido de un bebé saca al personaje de su ensimismo, y cambia el rumbo de
esta historia.
El Baldío es aparentemente un cuento directo y quizá hasta sencillo, por la
forma tan secuencial del relato, pero ¿Qué hay detrás de las palabras de Roa
Bastos? es decir, ¿no somos todos siluetas sin rostro en este inmenso mundo? A partir
de esta arquetipizacion de los personajes podemos interpretar el resto de los
símbolos que el autor nos presenta: un personaje principal que arrastra a
alguien en un recorrido, algo inerte y pesado, tal como los problemas que todos
cargamos a espaldas en la vida.
A través de todo el camino, el hombre arrastra de diferentes formas al
cuerpo sin vida mientras su carga se vuelve cada vez más molesta; y así es el
humano: entre más carga sus problemas, más difíciles se tornan. Dicha situación
genera un malestar general en la vida, al punto en que podemos ver nuestras condiciones
como el escenario que presenta el
cuento: sucio, pestilente y peligroso.
Todos tratamos de darnos respiros en nuestro cansado viaje, todos nos vemos
en la necesidad de limpiarnos del rostro aquello que nos impide ver bien y
avanzar. El camino es duro, exhaustivo, tan cansado que podemos hasta tendernos
junto a nuestros problemas por la
sensación de pesadumbre y abatimiento… entonces observamos esa claridad
amarilla, que al cubrirnos de una pincelada, nos devuelve algo de cara.
Pero al igual que el personaje de “El Baldío”, es momento de levantarse y
por fin dejar al paciente pasajero entre la maleza, ocultándolo o
abandonándolo. Dicha acción de abandono, es la perfecta representación de la superación
de los problemas y el hecho de escupir con rabia al cadáver (tal como lo hizo
el personaje del cuento) es el coraje y orgullo con el que nos levantamos
altivos después de una situación difícil. ¿Y si en ese momento de ceguera y
rabia, nos topáramos con algo inocente que nos hiciera recobrar la cordura?
El llanto de un bebé fue lo que regresó a la realidad al hombre del gran
problema, quien tras dos intentos de marcharse, conmovido por la inocencia del
llanto, se arrodilló, tomó a la
criatura, la cubrió con su saco y huyó lejos para perderse en la oscuridad otra
vez.
Regresó a la nada, justo de donde provenía pero esta vez con una nueva
esperanza entre brazos, desechó un problema y se topó con una nueva
oportunidad, con la inocencia propia. ¿Por qué no somos capaces de dejar los
problemas atrás y abrir los ojos y los brazos a esa nueva oportunidad que nos
presenta la vida? ¿Por qué aferrarse al muerto y tratar de huir del vivo?...
Si, a veces así de difícil se torna el recorrido del hombre, a través de este
baldío.Cuento de "El Baldío"
que otro titulo le pondrían a este cuento ?
ResponderEliminarPhineas y Ferb
EliminarAl cuento o a mi entrada?
ResponderEliminarQuiero saber (valores y antivalores) del cuento porfa
ResponderEliminarcomo son los personajes
ResponderEliminarmuy buena la descripción me ayudó a desmenuzarlo mejor, en Teatro análisis de textos. gracias.
ResponderEliminarQuiero saber los valores y antivalores del cuento
ResponderEliminarAstrid, muy buena reflexión. Por favor podrías enviarme el cuento? no puedo encontrarlo. Desde ya, gracias
ResponderEliminarCuáles son los recursos literarios? Comparación yyy hecho, opinión y realidad?
ResponderEliminarXq son iguales pero a la vez distintos?
ResponderEliminarUno está vivo y otro muerto
EliminarMe pueden ayudar con esta pregunta. imagina elorigen de los personajes,como llegaron a esta situacion? (El muerto,el vivo,y el niñito
ResponderEliminarporque en cuento se llama en baldio
ResponderEliminar¿Qué o quién es el antagonista?
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