Mientras Agonizo, Faulker y “Los
asesinos”, Hemingway
Estos
dos representantes de la Generación Perdida muestran en sus obras, una imagen desoladora y vacía del mundo, cada
quien a su manera.
Faulker,
en Mientras Agonizo, plantea a través
de un punto de vista múltiple la concepción de la realidad “circunstancial”.
Esta novela se compone de 59 monólogos internos correspondientes a 15 personajes que por medio de fragmentos generan la narración
de la historia.
Dicha
multiplicidad visiones se observa de dos
formas principales: los Bundren, personajes principales, que se observan a sí mismos y entre si por
medio de retrospecciones y juicios; y la
visión de los otros: los “secundarios” personajes que muestran la visión
exterior y reafirman los problemas que se plantea dentro del ámbito familiar.
Esto le permite lector se forme una perspectiva completa de esta atípica
familia.
La forma en que se muestra dicha visión no es
para nada gentil: Fualker presenta el viaje de esta familia de una manera
sombría, sórdida, enigmática, cuyos personajes no son héroes, sino todo lo
contrario: seres simples, desmotivados,
sin ánimos ni perspectivas que no sobresalen en lo mínimo, y que
solo sobreviven y esperan la muerte
Esta
podredumbre interior se refleja en la deformidad física de los personajes, uno
es jorobado, otro es cojo; Darl esta desquiciado y su mirada lo anuncia. Estos
seres degradados viajan en su
carreta y llevan consigo la paradójica
combinación de la vida y la muerte (el cadáver de la madre y la hija embarazada). Este relato en su totalidad es fatalista, donde se ponen en manifiesto un trágico repertorio
de traiciones, locura, odios, y una inminente desesperanza de la condición
humana.
Por
su parte, en “Los asesinos”, Hemingway también muestra una visión desesperanzadora
de la vida, donde el determinismo y la fatalidad se denotan en los numerosos
diálogos de los personajes, y las mínimas acciones, no sólo con respecto a la
situación que vive el hombre que se desea asesinar en la historia, sino también
en el mismo campo de acción y movimiento de los protagonistas.
El
determinismo y la falta de esperanza se refleja en este cuento por la ausencia
de color: el mundo gris y sobrio donde se sitúa la acción, además de los
diálogos cortos y fluidos, pero un tanto desubicados ya que muchas de las
respuestas son vagas, como “yo que sé”, “no lo sé” o “a mí que me interesa”.
Considero
que estas respuestas son el reflejo del sentir humano que tienen los
personajes: incertidumbre, indiferencia hacia la vida (y al propio riesgo de
morir) y desesperanza.
Los
dos estilos de narración de estas obras contrastan de una manera interesante:
Faulker con su flujo de conciencia presenta los viles pensamientos e
intenciones de sus personajes, todo desde una perspectiva más intimista ya que
son diálogos internos. Por otro lado Hemingway en “Los asesinos” exterioriza
esta incertidumbre e indiferencia hacia la vida con la multiplicidad de
diálogos que hilan su cuento y muestran de una forma más directa el sin sentido
de los personajes.
De
estas dos distintas maneras, ambos autores presentan el tedio hacia la vida de
la época en que vivieron, reflejan la desesperación humana y algunos de los más
bajos e insensibles pensamientos que el hombre tiene para consigo mismo y para
con el mundo.
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