viernes, 12 de octubre de 2012

Un poco sobre la Generación perdida



Mientras Agonizo, Faulker y “Los asesinos”, Hemingway

Estos dos representantes de la Generación Perdida muestran en sus obras,  una imagen desoladora y vacía del mundo, cada quien a su manera.
Faulker, en Mientras Agonizo, plantea a través de un punto de vista múltiple la concepción de la realidad “circunstancial”. Esta novela se compone de 59 monólogos internos correspondientes  a 15 personajes que  por medio de fragmentos generan la narración de la historia.
Dicha multiplicidad visiones  se observa de dos formas principales: los Bundren,  personajes principales,  que se observan a sí mismos y entre si por medio de retrospecciones y juicios;  y la visión de los otros: los “secundarios” personajes que muestran la visión exterior y reafirman los problemas que se plantea dentro del ámbito familiar. Esto le permite  lector se forme  una perspectiva completa de esta atípica familia.
 La forma en que se muestra dicha visión no es para nada gentil: Fualker presenta el viaje de esta familia de una manera sombría, sórdida, enigmática, cuyos personajes no son héroes, sino todo lo contrario: seres simples, desmotivados,  sin ánimos ni perspectivas que no sobresalen en lo mínimo, y que solo  sobreviven y esperan la muerte
Esta podredumbre interior se refleja en la deformidad física de los personajes, uno es jorobado, otro es cojo; Darl esta desquiciado y su mirada lo anuncia. Estos seres degradados viajan  en su carreta  y llevan consigo la paradójica combinación de la vida y la muerte (el cadáver de la madre y la hija embarazada). Este relato en su totalidad es fatalista, donde  se ponen en manifiesto un trágico repertorio de traiciones, locura, odios, y una inminente desesperanza de la condición humana.
Por su parte, en “Los asesinos”, Hemingway también muestra una visión desesperanzadora de la vida, donde el determinismo y la fatalidad se denotan en los numerosos diálogos de los personajes, y las mínimas acciones, no sólo con respecto a la situación que vive el hombre que se desea asesinar en la historia, sino también en el mismo campo de acción y movimiento de los protagonistas.
El determinismo y la falta de esperanza se refleja en este cuento por la ausencia de color: el mundo gris y sobrio donde se sitúa la acción, además de los diálogos cortos y fluidos, pero un tanto desubicados ya que muchas de las respuestas son vagas, como “yo que sé”, “no lo sé” o “a mí que me interesa”.
Considero que estas respuestas son el reflejo del sentir humano que tienen los personajes: incertidumbre, indiferencia hacia la vida (y al propio riesgo de morir) y desesperanza.
Los dos estilos de narración de estas obras contrastan de una manera interesante: Faulker con su flujo de conciencia presenta los viles pensamientos e intenciones de sus personajes, todo desde una perspectiva más intimista ya que son diálogos internos. Por otro lado Hemingway en “Los asesinos” exterioriza esta incertidumbre e indiferencia hacia la vida con la multiplicidad de diálogos que hilan su cuento y muestran de una forma más directa el sin sentido de los personajes.
De estas dos distintas maneras, ambos autores presentan el tedio hacia la vida de la época en que vivieron, reflejan la desesperación humana y algunos de los más bajos e insensibles pensamientos que el hombre tiene para consigo mismo y para con el mundo.

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