Cuando se
encuentra con quien se cree ser.
Incalificable
poeta, escritor y ensayista, Octavio Paz Lozano nació el 31 de Marzo de 1914 en
México, Distrito Federal. Fue ganador del premio Nobel de literatura en 1990;
su obra abarcó varios géneros, todos con un estilo propio e irrepetible, ya que
Paz, se encontró así mismo.
El prolifero
escritor tuvo contacto con la literatura desde pequeño debido a su abuelo,
quien lo condujo tanto por la literatura clásica, como el modernismo mexicano.
Sus primeros escritos estuvieron bajo la influencia de poetas europeos, a los
19 años publicó la colección de poemas Luna
silvestre, y para 1937 se le consideró el poeta más joven y prometedor de
la capital mexicana.
Pero, ¿siempre
supo Paz quien fue realmente?, ¿o fruto de ese desconcierto fue por lo que nunca
echó raíz en ningún movimiento literario? y es que ninguna etiqueta encaja en
su poesía: neomodernista en sus comienzos; más tarde, poeta existencial; y en ocasiones,
poeta con dejos de surrealismo. ¿Hasta que punto este escritor supo quien era?
Este inverosímil
cuestionamiento se presenta en su cuento corto “Encuentro”, donde el personaje
principal, un hombre anónimo, se ve salir a si mismo de su casa. Su inquietud
lo hace “seguirse” hasta un bar, ahí, tras un fallido intento de comunicación telepática
con el supuesto “impostor”, el narrador de la historia lo enfrenta, para
sorpresa de los presentes. Al “simulador” le parece conocido su interlocutor, y
después de una infructífera charla de reconocimiento, ambos hombres se arman a
golpes; como resultado: el “suplantado” termina categóricamente botado del bar,
con la cara desecha.
Eso ocurre
cuando se cree ser alguien, pero no se esta seguro de ello. Este ser
arquetipizado que Octavio Paz presenta, puede ser cualquiera: un día, al llegar
a casa, uno puede verse salir a si mismo, seguirse, tratar de alcanzarse y
confrontarse a esa imagen que se cree propia, pelear por ella, aun que nadie
respalde la idea… por ello, abro la interrogante: ¿somos realmente quienes
creemos ser? ¿O también terminaremos en la calle, con la cara destrozada por molestar a alguien
que cree conocernos, pero no nos reconoce?
Es en ese punto
donde entra el paradójico juego de la percepción, cuando uno se encuentra con
quien se cree que es, pero ¿y si al final del relato, todo es el desvarío de un
hombre ebrio que creyó verse a si mismo? ¿Puede el influjo del alcohol
manipular nuestra mente al grado de creer que otra persona nos suplanta? sin
embargo, se debe tomar en cuenta esa duda que siempre nos acosará ¿y si no
fuera él, sino tu o yo…?
PORQUE ES UN CUENTO FANTASTICO?
ResponderEliminarDAR EJEMPLOS DEL CUENTO.